martes, 1 de septiembre de 2009

Despues de un corto verano llega un mes todavía más rápido: Septiembre


Siiii (entonando mucho la última "i"). Un verano corto pero lleno de aventuras (siiii (volvemos a entonar) de esas a lo Indiana Jones).

Y aquí va la historia agostera de un joven mañico que tenía chinchetas en el culo:

El joven mañico, morenazo y que está tan bueno, estubo apoyado en una pared de la vieja y ruinosa Venecia, a parte de pasearse por otras ciudades italianas tales como Verona, Florencia,...

Para no perder su tipito, algún día que otro hacía deporte, ya que siempre ha dicho y dirá que los excesos pasan factura.
Se dejo ver con el amigo y la amiga por una fiesta llamada Boombox, ¿quien la conoce? Se tostaba a la orilla de las playas, llegaba a su pueblo y salía de fiesta llegando a casa con una sonrisa de oreja a oreja. También se iba sólo a pueblos cercanos, sin conocer a nadie, sin planearlo y pasándolo como un niño pequeño haciendo nuevas amistades, porque al joven mañico también le gusta tener amigos de pueblo.De vez en cuando hacía barbacoas, hasta que un día, un famosísimo personaje le hizo ver que ya todo se había acabado, que se tenía que centrar en sus estudios y que septiembre, el joven mañico tendría su recompensa.

Así que colorín colorado el agosto del mañico ha acabado.